La vida está llena de momentos de creatividad, para aprovechar nuevas ideas. Mientras estemos abiertos a las posibilidades y flexibles en nuestra mente, podemos ir más allá.
¿Por qué solemos tener buenas ideas cuando más relajados estamos?
Esto, se debe en parte, al proceso creativo en la fase de incubación, cuando la mente está distendida y echas afuera todo lo que hace ruido. El cerebro funciona mejor cuando tiene momentos «reales» de desconexión. Facundo Manes, neurocientífico, nos dice que, «Cuando no estamos haciendo nada el cerebro trabaja muchísimo, y ese tiempo es clave para que procese la información que adquirió cuando estaba atento. Necesitamos desconectarnos de la tecnología para ser introspectivos, para poder pensar, para aburrirnos, para imaginar el futuro». Entonces, incluso a veces «no hacer nada» y hasta aburrirse puede contribuir a nuestra salud mental.
La incubación, es la fase más relajada y pasiva del proceso creativo, requiere de mucha paciencia, pues en ésta la mente comprueba, busca relaciones y asociaciones, el trabajo es inconsciente, esa frase tan mencionada “lo voy a consultar con la almohada”, momento especial en el que los sueños hacen de las suyas y revelan ciertas estrellitas vibrantes donde fluirán las ideas iniciales matrices aún sin solución clara. En esta fase podemos, conscientemente, recurrir a estrategias como la relajación, meditación, asociación libre, visualización creativa. No olvides que esta es la etapa triunfante del inconsciente, de la digestión de las ideas.
En este sentido, Matussek (1992), resalta la incubación como la parte central del proceso creativo, pues es la menos influenciada o contaminada por intervenciones del consciente, lo que permite que las personas encuentren nuevas conexiones, es importante no subestimar el poder que tiene el inconsciente que es mucho más fructífero en iluminaciones creativas que el consciente. Es la previa de la fase más esperada por todos “la iluminación”
¡EUREKA! Lee las fases del proceso creativo completo.
Cuando la mente se relaja, la creatividad surge como manantial. El proceso interno de incubación es también inconsciente, el cerebro sigue procesando la información de manera offline. Hay una anécdota famosa de Paul McCartney, cuenta que soñó una noche de 1964 la melodía de Yesterday, a la mañana la cantó bajito y así la escribió. Algunas veces, en vacaciones, suelen aparecer las mejores ideas.
Me pasa muy seguido que cuando estoy haciendo otra cosa, surge la respuesta de esa otra cosa que necesito, ¿te pasa? Las vacaciones, sin duda tienen momentos bastantes apropiados para que lleguen nuevas ideas.
Entonces, para que nuestras grandes ideas surjan, es necesario que sean incubadas, para ello necesitamos alejarnos, relajarnos, distanciarnos del reto, desafío o tema pendiente.
Antes de armar cualquier plan, concéntrate en:
- – Ir al parque con amigos
- – Correr o caminar
- – Escuchar música
- – Jugar
- – Visitar amigos o familiares
- – Meditar, hacer respiración consciente
- – Encontrar momentos de tranquilidad, paz e introspección “put pause”. Da lugar a tu momento de incubación tenga lugar.
Eso te permitirá establecer conexiones inesperadas que desembocan en ideas maravillosas.
Mantén tu desafío! ¡Proyecta! Pero antes #incuba tus ideas y deja que tu cerebro haga su trabajo desde el inconsciente. ¿Le das a tu mente espacios reales de #relax?
¿Desconectarás tu celu por rato éste 2020?
Wilmar Muñoz