La fábula de la maleta del hombre muerto es una historia simple pero conlleva un aprendizaje de responsabilidad hacia nosotros mismos.
Un hombre murió. En un lugar desolador, miró a su alrededor y al darse cuenta, vio que se acercaba una luz muy incandescente en forma de persona y que llevaba una maleta consigo.
Este ser le dijo: – Es hora de irnos. El hombre asustado y estupefacto, preguntó: ¿Ya tan pronto? No puede ser, tenía muchos planes. Lo siento pero es el momento de tu partida. El hombre curiosamente le preguntó: ¿Qué traes en la maleta?. La luz le respondió: tus pertenencias.
El hombre, cada vez más intrigado: ¿Mis pertenencias, traes mis cosas, mi ropa y mi dinero? La luz le respondió: eso nunca te perteneció, eran de la Tierra.
El Hombre: ¿Trae mis recuerdos?. La luz: Eso nunca te perteneció, eran del tiempo.
Nuevamente el hombre preguntó: ¿Traes mis talentos? El ser respondió: Eso nunca te perteneció, eran de las circunstancias.
¿Traes a mis amigos a mis familiares? Lo siento dico la luz, ellos nunca te pertenecieron eran del camino y del corazón.
¿Entonces traes mi alma? No, esa alma es mía.
maleta del hombre muerto
El hombre lleno de miedo le arrebató la maleta y al abrirla se dio cuenta que estaba vacía. Con una lágrima de desamparo brotando en sus ojos, el hombre dijo nunca tuve nada.
La luz respondió: Así es, cada uno de los momentos que viviste fueron solo tuyos. La vida es solo un momento solo tuyo. Por eso mientras estés a tiempo, disfrútalo en su totalidad. Que nada de lo que crees que te pertenece, te detenga. Vive ahora, vive tu vida y no te olvides de ser feliz. Es la única manera que realmente vale la pena. Las cosas materiales y todo lo demás por lo que luchaste, se quedarán aquí.
Valora a quienes te valoran, no pierdas el tiempo con alguien que no tiene tiempo para ti.