Existe una serie de distractores que llevan tu atención fuera de tus planes y deseos, para un mal uso de tu tiempo. Te dan una recompensa inmediata y te nublan la vista.
Veremos cuáles son algunos:
- Comida.
- Alcohol.
- Relaciones.
- Trabajo.
Hay personas que utilizan la comida para bloquear su energía.
Entonces, saturan su organismo con alimentos poco recomendables y no pueden trabajar en sus proyectos.
También el alcohol o las drogas pueden trasformarse en la vía de escape para evitar la tarea que nos llama.
Otros, se obsesionan con amores desdichados y desplazan la posibilidad de la creación.
Además debemos incluir en el apartado de relaciones a las ocupaciones que tienen que ver con la familia ya que poseen la capacidad de ocupar todo el uso del tiempo del mundo.
Asimismo, algunas personas ponen al trabajo en ese lugar. Se llenan de actividades para anestesiarse. Infinidad de obligaciones los circundan y no pueden contenerse.
Incluso la frase “estoy trabajando” es respetada por nuestro entorno, suele ser incuestionable, pero es una forma aceptada de evitar el enfrentamiento con lo que nos pasa.
¿Qué ganamos haciendo esto?
Cuando eludimos la acción esquivamos el miedo.
Habitualmente experimentamos estas elecciones como una coincidencia. Dio la casualidad que ella llamó por teléfono. Sentí hambre y tenía un poco de helado. Mi amigo me visitó y trajo droga. Justo me llamó mi jefe y tuve que ir a la oficina.
Se necesita coraje y compasión para desprendernos de nuestros dispositivos de bloqueo.
Coraje para enfrentarlo y luego hacer algo con el fin de superarlo.
Compasión para no autodestruirnos en el proceso.
Lo siguiente es responder:
¿Cuál es tu obstáculo más elegido?
Suele ser el que defiendes más.
Aquí van una serie de preguntas de autoconocimiento para el uso de tu tiempo:
¿Cuál de tus hábitos se interpone en el desarrollo de tu proyecto?
¿Qué ganas con aferrarte a ese bloqueo? (si no te das cuenta, preguntá a un amigo en quien confíes)
¿Qué podés hacer acerca de ese hábito u obstáculo?
¿Qué ganas con mantener la relación con tus amigos destructivos? Si la respuesta es «me gustan», la siguiente pregunta es ¿Por qué?
Y ahora un plan de acción:
Poner límites
Luego de contestar los interrogantes anteriores, define los límites necesarios en tus conductas más nocivas.
Pondrás límite a:
- Otras personas.
- Actividades propias.
Autovaloración:
- Hacé una lista de cinco pequeñas victorias.
- Regálate algo que te guste.
- Llevá a cabo tres acciones que te nutran.
Redacción: Andrés Belizan