Naturaleza propia. Este simple cuento con moraleja, va a ayudarte a asentar tus pensamientos sobre los valores de tu personalidad. En la vida e incluso en tu entorno más cercano, podes ser criticado o mal tratado. Pero lo importante, es el autoconocimiento para poder accionar.
Una mañana, un monje y un campesino caminaban por el bosque. A lo lejos, divisan un suave humo de lo que había sido un gran fogón. Cuando llegan al lugar, ven que una serpiente se quemaba vivía entre las brasas. El monje, sin dudarlo, decidió quitarla del fuego.
El monje se inclinó hacia la serpiente para tomarla con su mano. Apenas la toma, la serpiente lo mordió causándole un inmenso dolor. Rápidamente el monje la soltó y la serpiente cayo nuevamente entre las brasas y comenzó a retorcerse.
El monje se levantó, miro a su alrededor y tomo una rama que estaba en el piso. Se acercó nuevamente a la serpiente y comenzó a intentar sacarla. Luego de varios dificultosos intentos, logro sacarla salvándole la vida.
El campesino que lo acompañaba, mirándolo sin entender le pregunto: -“¿Por qué seguís intentando salvar a la serpiente, si acaba de hacerte daño y podría matarte?”
El monje, sabiamente le contesta: “La naturaleza de la serpiente es morder y defenderse, no importa en la situación que se encuentre, ni de la ayuda que necesite. Pero claramente, su ataque o agresión, no va a cambiar mi naturaleza, que es ayudar a los demás.”
Moraleja de la fabula
Pensar y tener siempre presente, cuáles son tus valores y naturaleza humana. Solo porque alguien te haya lastimado o atacado, incluso cuando la necesidad de ayuda es obvia, no pierdas tu buen corazón. Simplemente aprende de esa situación y se precavido con el manejo de tus emociones.
Autora: Diana Johnson
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