Concebido desde el municipio como una de las herramientas de gestión de políticas públicas para contribuir a la construcción y afianzamiento de una ciudad moderna, sustentable y sostenible, BioMercado se transformó en uno de los espacios destacados por rosarinos y turistas que llegan a Rosario durante los fines de semana largos.
La megaferia de emprendedores, que funcionó en siete oportunidades durante el año pasado, se consolidó como espacio de generación y afianzamiento de hábitos de consumo saludable y responsable.
En total, unos 21 mil visitantes participaron de las siete ediciones de la megaferia que se llevaron adelante en el parque de las Colectividades (junto a los Silos Davis) el pasado año, en las que pudieron entrar en contacto directo con los 150 emprendedores de la economía social y emprendimientos privados que exhibieron para la venta sus producciones de alimentos saludables así como objetos realizados bajo el concepto de las 3R (reducir, reutilizar y reciclar ), y también brindaron sus conocimientos a través de capacitaciones.
Asimismo, la participación de los huerteros de la Agricultura Urbana y el Cinturón Verde contribuyó a promocionar el consumo de estos productos y el desarrollo de huertas en espacios reducidos.
Talleres de cocina a partir de alimentos frescos y tradicionales, cocina sin TAC para celíacos, cocina regional y étnica, reutilización de materiales para producir objetos con innovación, clases de yoga, tai chi para el relax, campañas de concientización para el uso de juguetes no sexistas orientadas a niños y adultos y sobre la importancia de la huella de carbono no sólo por la preservación medioambiental sino para el fortalecimiento de las economías regionales, fueron algunas de las propuestas que se acercaron a los visitantes para que incorporen nuevos y mejores hábitos de consumo, de producción y de convivencia, con el objetivo principal de multiplicar los beneficios que conllevan la vida sana y el consumo responsable y saludable.
Lo que se viene: nuevas propuestas y más articulación
La Secretaría de Economía Social, a cargo de BioMercado, propone para este 2018 la profundización de la articulación con otras áreas municipales, en la búsqueda de actividades innovadoras para acercar a los visitantes. Talleres de formación y campañas de concientización para hacer de Rosario una ciudad aún más destacada en materia de consumo saludable, producción sustentable, generación de ciudadanía e inclusión, serán parte de las ediciones futuras.
El último fin de semana de marzo será el punto de partida con la primera edición del año y se articularán nuevas iniciativas junto a las áreas de Salud, Movilidad, Medio Ambiente y Cultura, entre otras, para continuar incorporando propuestas y atractivos.
BioMercado en primera persona
Alrededor 150 emprendedores de la economía social se dieron cita a lo largo de las ediciones 2017 del BioMercado. Como emprendedores, exhibieron para la venta una multiplicidad de productos y transmitieron sus saberes a través de talleres de capacitación para los visitantes.
Juan Carlos Rossi es uno de los emprendedores que participa año a año de este espacio. Toti, como todos lo conocen, reutiliza desechos de telas que consigue en fábricas textiles y los transforma en acolchados, alfombras, juguetes y figuras móviles. “Comencé a reutilizar telas cuando no pude afrontar la compra de insumos. No tiene límites cuando ves que podés reutilizar el material”, contó entusiasmado.
Toti, que además los domingos participa en la feria de La Pérgola (Roca y el Río), fue uno de los emprendedores que participó de talleres de reutilización de materiales y explicó que “el objetivo es que la gente conozca las posibilidades que tiene de reutilizar materiales, la técnica; luego la imaginación hace el resto. Cómo hacer cosas sin gastar”.
“El BioMercado es no sólo un espacio comercial, sino un espacio pleno de valores humanos. El Bio es fantástico, nada de lo que ahí está es desechable”, aseguró.
Por su parte, Hiromi Schiroma es una nissei/sansei (hija y nieta de japoneses) que escogió emprender desde la tradición culinaria japonesa. Las recetas que aprendió junto a su abuela y su madre son las que utiliza en su emprendimiento. “Todos los platos de Okinawa -la isla desde la que vino su familia- están presentes. Son una mixtura de salados, dulces y agridulces; sobresalen las verduras, hortalizas y pescados”, expresó esta emprendedora que preserva las costumbres transmitidas de generación en generación.
“El origen de estas recetas es milenario y estuvo destinado a los shogunes –los reyes-; con el paso del tiempo se popularizaron y hoy son el alimento de todos. Estos platos se caracterizan por tener un balance entre los nutrientes de cada alimento”, comentó esta rosarina de raíces japonesas.
Hiromi dictó talleres de cocina saludable en la edición 2017 del BioMercado. “Lo que transmití especialmente es que se debe cocinar aprovechando lo que provee cada estación del año. De este modo, se garantizan productos frescos y a un precio conveniente”, sostuvo, y agregó: «Participar en el BioMercado me permitió acercar la cultura japonesa a los visitantes, hay gente interesada en consumir nuestros productos pero no sabe cómo hacerlo, por lo que las clases de cocina tuvieron una buena recepción”.