Hoy más que nunca se encuentra en el centro de la atención pública la utilización que las redes sociales hacen de los datos personales de cada uno de nosotros y se ha generado una especie de neurosis antiredes.
Sin embargo, considero que es un buen momento para prestar atención y hacer un uso responsable de las mismas. Para ello, es necesario llevar tranquilidad a los usuarios de redes dándoles herramientas para, dentro de lo que está a su alcance, puedan cuidar sus datos personales.
Tengamos en cuenta que los debates que se están dando en torno al asunto se focalizan en términos técnicos y ello hace que el público en general –léase mi abuela de 86 años, mi papá de 72, mis amigos que no están amigados con la tecnología, etc.- queden afuera de la interpretación de qué está ocurriendo.
Y es lógico que así sea dada la envergadura de lo ocurrido con Cambridge Analytica y que puso en la mira a la red social más famosa de los últimos tiempos. Los ‘técnicos’ dan por sentado determinados conceptos y situaciones, olvidándose que se está dejando fuera del entendimiento del problema a más del 90% de la población mundial que tiene derecho a entender qué se está haciendo con sus datos y cómo deben –es un imperativo para que cada uno se haga cargo- ocuparse de cuidarlos.
Como todos sabemos, aunque nadie las lee, toda página web cuenta –o por lo menos debería contar- con Términos y Condiciones o con Políticas y Condiciones (puede encontrarse como Terms and Conditions o como T&C) y con Políticas de Privacidad o Políticas de Datos (puede encontrarse como PP o como PD). En adelante los definiremos en su conjunto a todas ellas como “Términos”.
En los Términos es donde se genera el contrato entre la página web o la aplicación web o la aplicación móvil (en adelante las nombraremos en su conjunto como las “Webs”) y los usuarios, es decir, el público en general que hacemos uso de las mismas.
Allí es donde se generan lo que los abogados llamamos obligaciones sinalagmáticas, es decir, obligaciones que se generan para ambas partes de la relación contractual: la Web tiene la obligación de proporcionar información en los Términos de forma clara, precisa, no dar a confusión y que permita su comprensión por cualquier persona que las lea y velar en pos de su protección; y los usuarios tienen la obligación de leerlas y cumplirlas, ya que ahí van a entender qué datos personales están permitiendo que las Webs utilicen y de qué manera.
Lo más importante a lo que le deben prestar atención los usuarios es que al marcar la casilla de ‘Acepto’ a los Términos sólo estén autorizando hacer uso de sus datos personales, no así a sus datos sensibles y además, tener en cuenta con qué finalidad establecen los Términos que se recopila dicha información.
Asimismo, es importante prestar atención a la sección que establezca cómo interactúa la Web en la que se está ingresado y autorizando la utilización de sus datos personales con otras webs por las cuales no responde. En términos sencillos, Facebook establece Dentro de sus Políticas de Datos los siguiente: “Recopilamos información cuando visitas o usas sitios web y aplicaciones de terceros que usan nuestros Servicios (por ejemplo, cuando ofrecen nuestro botón «Me gusta» o el inicio de sesión con Facebook, o cuando usan nuestros servicios de medición y publicidad). Dicha información incluye datos acerca de los sitios web y las aplicaciones que visitas, el uso que haces de nuestros Servicios en dichos sitios web y aplicaciones, y los datos que el desarrollador o el editor de la aplicación o del sitio web te proporcionan a ti o a nosotros…”[1].
Por último, es importante leer cómo funciona una Web respecto de las Cookies. Y todos se estarán preguntando ¿qué son las famosas Cookies? Las Cookies son pequeños pedacitos de información –de ahí el nombre de Cookies que significa galletita en inglés- que generan los usuarios de internet y que quedan guardados en los navegadores de internet –estos son los ‘programas’ por medio de los cuales los usuario ingresan a internet o más sencillamente hablando, los íconos que tienen en las computadoras a los que le dan un doble click para entrar a buscar algo en internet, como por ejemplo Google Chrome, Safari, Microsoft Internet Explorer, Mozilla, etc.- pudiendo estos últimos determinar la actividad del usuario. Por ellos es muy importante que todo usuario de internet entienda que en el mundo de la tecnología y, particularmente, en el inconmensurable espacio de internet, existe información que se obtiene de nuestras conductas por medio de las famosas Cookies.
Claro está que casi ninguna persona del siglo XXI va a dejar de utilizar internet, lo que incluye el uso de redes sociales. Pasaron a formar parte de la vida cotidiana de la sociedad mundial. Con más razón es muy importante que todos los usuarios sepan cómo pueden cuidarse en un mundo como lo es internet en el que, aunque las Webs intenten cumplir con sus Términos, no dejan de existir actores que intentan –y muchas veces lo logran- infringirlos para utilizar los datos y/o comportamientos de los usuarios en beneficio personal.
Con esta mínima información y teniendo en cuenta que nuestra legislación sigue los lineamientos que a nivel mundial se están fortaleciendo respecto de la protección de datos personales[2], creo que estamos en condiciones de poder empezar a entender los debates que se están dando acerca de la utilización de nuestros datos personales por las redes sociales, no olvidando que el caso que se está exponiendo en los medios hoy en día es el caso de Facebook por ser el gigante de las redes sociales pero esta mecánica de utilización de datos se da a lo largo de todo el mundo de internet.
En los comienzos de la carrera de abogacía, nos han enseñado la Teoría Trialista del mundo jurídico de Werner Goldshmidt según la cual “la norma es la captación lógica neutral de un reparto proyectado”[3], siendo el reparto la dimensión sociológica de la teoría, es decir, el comportamiento humano que se plasma en la norma.
Los tiempos siempre fueron más rápido que la legislación y eso no va a cambiar justamente en la era de las tecnologías, por lo cual es muy importante que todos entendamos cómo funciona el nuevo cybermundo.
[1] https://www.facebook.com/privacy/explanation
[2] Ley 25.326, acompañada por la protección de las ley de Confidencialidad, Ley de Defensa del Consumidor, Ley de Ética Pública, entre otras y las resoluciones, decretos y disposiciones dictadas en su consecuencia.
[3] Definición trialista del mundo jurídico de Werner Goldschmidt.
¿Qué tenemos que saber sobre nuestros datos en el mundo de las redes sociales?
Redacción Laura Ekdesman
Abogada