Nichos de mercado. Fijarse en un nicho de mercado implica dirigirse a un porcentaje más reducido del mercado. Pero no por ello las ventas o los ingresos tienen que ser menores.
Un claro ejemplo de esta estrategia de negocio, es de los hoteles de lujo, que ante el crecimiento continuo del sector, eligen seguir apostando a determinados nichos de clientes.
Los hoteles pugnan por diferenciarse, y para identificarse en un mercado saturado, los denominados de lujo, optan por crear nuevas fórmulas que les permitan atender a pequeños grupos de clientes caracterizados por sus comportamientos y hábitos.
En efecto, lo que caracteriza a un nicho de mercado además de su grupo reducido y sus deseos concretos es su interés por dar solución a sus necesidades. La exigencia de operaciones especializadas, la poca o ninguna compañía proveedora y su capacidad para ser rentable.
Las empresas que trabajan bajo este esquema consiguen excelentes resultados
Las empresas que orientan su producción y su funcionamiento hacia un determinado tipo de público, permitiéndoles ahorrar tanto en tiempo como en recursos.
En la actualidad de la industria existe, a diferencia de sus inicios, cuando se creaban los hoteles pensando en la gran masa. Esta es una tendencia hacia la especialización de la oferta como la única vía para alcanzar el éxito. Especialmente en los hoteles de lujo cuyo objetivo se basa en cubrir las necesidades de un nicho de mercado muy específico que existe hoy en día, pero que también va cambiando.
Como ejemplo podemos mencionar al exclusivo Hotel Alvear, cuyo slogan dice “la distinción de un estilo único”, y que hace alusión a un excepcional estilo que combina la elegancia europea con un impecable servicio personalizado. Cualidad que lo ha convertido en un referente de la hotelería de lujo a nivel mundial.
En la misma situación se encuentra el Hotel Faena. Un hotel 5 estrellas en el que se puede encontrar habitaciones y suites elegantes con servicio personal de conserjería, muebles de cuero y baño de mármol. Un servicio que sin ninguna duda, es de los más exigentes, pero también de los más aplaudidos.
