Maria Elena Walsh, es atemporal: “Yo nunca tuve edad…”, habría escrito alguna vez, y es tan cierto. Sus obras son dibujadas, animadas, leídas e interpretadas miles de veces.
El 10 de enero de 2017 se conmemora la pérdida física de María Elena Walsh.
Ella dedicó toda su vida a dar mensajes a través del arte, con la intención hacer de este mundo algo más bello. Sus canciones son cantadas años tras años por chicos y grandes, generación tras generación. Su literatura voló, viajó y cruzó fronteras y océanos durante años y lo seguirá haciendo. Sin dudas, fue una de las primeras mujeres argentinas con espíritu emprendedor. Ya han pasado seis años de su partida sin embargo su universo nunca morirá. Da igual si somos niños o adultos, es imposible no reconocer una obra de Maria Elena Walsh.
A los 17 años, ya había publicado sus primeros versos en la revista “El Hogar” y en el diario “La Nación” . También presenta su primer libro de poemas “Otoño Imperdonable”. A los 21, crea un proyecto de dúo folclórico llamado “Leda y María”, junto a Leda Valladares y lo llevan de gira por Europa durante 4 años. Figuras como Charles Chaplin y Picasso, vieron ese espectáculo en alguna ocasión.
Tiempo después graban el EP Canciones de “Tutú Marambá”, donde se incluyen las primeras canciones que la harían famosa en la música infantil: “La vaca estudiosa», “Canción del pescador”, “El Reino del Revés” y “Canción de Titina”. Alentada por Maria Herminia Avellaneda, escribe guiones para tv en programas infantiles como “Buenos días Pinky”, ganador de dos premios Martin Fierro y un Argentores. Une la música, la literatura y la producción, y crea el exitoso espectáculo musical-dramático para niños “Canciones para mirar”.
A mediados de los´60, publica 5 libros para niños que serían recordados eternamente: El reino del revés (1964), Zoo loco, Dailin Kifki, Cuentopos de Gulubú y Aire libre. También realiza el espectáculo “Canciones para adultos Juguemos en el mundo”, junto con el álbum, un film y la segunda parte. Le hizo frente a la censura impuesta por la última dictadura argentina, dejando de componer y cantar en público.
Varias de sus canciones se volvieron símbolo de la lucha por la democracia, como “Como la cigarra”, “Canción de cuna para un gobernante”, “Oración a la Justicia”, “Canción de caminantes”, entre otros. Su último libro, “fantasmas en el parque”, una novela autobiográfica publicada en el 2008, devela su gran amor, la fotógrafa Sara Facio. La llamó como “ese amor que no se desgasta, sino que se transforma en perfecta compañía”.
Maria Elena Walsh, dueña de una fuerza emprendedora
Redacción: Julieta Eseverri
Visita la web oficial de María Elena Walsh
