Cuando tenemos que tomar decisiones, muchas veces pensamos que lo hacemos de manera racional, pero la realidad es que hay infinidades de emociones que intervienen, aún sin que nosotros lo sepamos. Esas emociones están intrínsecamente ligadas a experiencias previas que fijan valores a las opciones que estamos considerando. Es decir, inclinan la balanza.
Por lo tanto, no debería resultar extraño, la decisión de muchas marcas de realizar campañas y estrategias basadas en el marketing emocional. De esta manera, buscan lograr un vínculo afectivo entre los clientes y futuros clientes con la marca. Que la sientan como algo propio y la necesiten.
Algunas ventajas de las campañas con estrategias emocionales: mayor número de recomendación entre usuarios, mejoran la imagen de la marca, refuerzan el vínculo con el cliente y aumentan la satisfacción.
“El branding emocional es el conducto por el cual la gente conecta de forma subliminal con las compañías y sus productos de un modo emocionalmente profundo. La innovación de Sony, la elegancia sensual de Gucci, el glamour insaciable de Vogue”, sostiene Marc Gobé en su libro Branding Emocional: el nuevo paradigma para conectar las marcas emocionalmente.
Las lovemarks son marcas que han sabido humanizar sus valores, acercarse de igual a igual a la persona.
Entonces definimos que uno de los mejores ejemplos de marcas que elaboraron estrategias emocionales efectivas, son aquellas que terminan convirtiéndose en lovemarks o lovebrands. Se trata de marcas que enamoran, y los clientes las consumen más allá de la razón, como Apple, Mcdonalds o Coca Cola.
Alegría, odio, asombro, admiración, éxtasis, pena, ira, melancolía; las alegrías se trabajan y se desarrollan. Y allí entra en juego la estrategia para despertar una u otra en función del mensaje. Lógicamente, siempre el fin último es y será vender. Pero la decisión de utilizar marketing emocional será para crear una relación afectiva con el usuario, que sienta lo que siente la marca.
Marketing emocional: estrategias para enamorar al usuario
Redacción: Nicolás Colombo
Fuente: www.eliaguardiola.com
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